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viernes, 27 de marzo de 2020

La epidemia aumenta la desigualdad educativa.


La epidemia aumenta la desigualdad educativa.

Torres, A. La epidemia agrava la brecha educativa: las familias con menos recursos gestionan peor el estrés. “El País” (27-III-2020). [https://elpais.com/sociedad/2020-03-26/la-epidemia-agrava-la-brecha-educativa-las-familias-con-menos-recursos-gestionan-peor-el-estres.html] El confinamiento en casa perjudica más al rendimiento de los niños de las familias más humildes, con un menor número de dispositivos digitales y menos rutinas.

domingo, 22 de marzo de 2020

El psicólogo suizo Karl G. Jung (1875-1961).

El psicólogo suizo Karl G. Jung (1875-1961). Las cuatro funciones de la conciencia.


El psicólogo y psiquiatra suizo Karl Gustav Jung (1875-1961), en La estructura y dinámica de la psique, nos da la explicación clásica de las cuatro funciones de la conciencia, o sea la sensación, el pensamiento, el sentimiento y la intuición:

«La conciencia es primordialmente un órgano de orientación en el mundo de los hechos externos e internos. Ante todo, y sobre todo, establece el hecho, de que ahí hay algo. Llamo a esta facultad sensación. Por sensación no entiendo la actividad específica de cualquiera de los sentidos, sino la percepción en general. Otra facultad interpreta lo que es percibido; la llamo pensamiento. Por medio de esta función, el objeto percibido es asimilado, y su transformación en un contenido psíquico avanza mucho más allá que en la mera sensación. Una tercera facultad determina el valor del objeto. Llamo sentimiento a esta función de valoración. La reacción dolor-placer del sentimiento marca el supremo grado de subjetivización del objeto. El sentimiento pone al sujeto y al objeto en tan íntima relación, que el sujeto debe elegir entre la aceptación y el rechazo. Estas tres funciones bastarían para la orientación si el objeto de que se trata estuviera aislado en el tiempo y el espacio. Pero en el espacio todo objeto se encuentra en infinidad de conexiones con multitud de otros objetos; y temporalmente representa tan solo una transición de un estado primero a otro sucesivo. La mayoría de las relaciones espaciales y de las modificaciones temporales son inevitablemente inconscientes en el momento de la orientación, y sin embargo, para determinar el significado de un objeto, esas relaciones espacio-temporales son necesarias. Es la cuarta facultad de la conciencia, la intuición, la que hace posible, al menos aproximadamente, la determinación de las relaciones espacio-temporales. Esta es una función de la percepción que engloba factores subliminales, esto es, la posible relación con objetos que no aparecen en el campo visual, y los posibles cambios, pasados y futuros, acerca de los cuales el objeto nos proporciona claves. La intuición es una aprehensión inmediata de relaciones que las otras tres funciones no podrían establecer en el momento de la orientación».

Fuentes.
Internet.
[http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Gustav_Jung]
Libros.

Antier, Jean-Jacques. Jung o la experiencia de lo sagrado. Kairós. Madrid. 2011. 384 pp. Reseña de Barrios Casares, Manuel. “El Cultural” (25-XI-2011) 19. Jean-Jacques Antier (Rouen, 1928), es autor de novelas biográficas y biografías. 

El psicólogo estadounidense Wilhelm Reich (1897-1957).

El psicólogo estadounidense Wilhelm Reich (1897-1957).


Wilhelm Reich (Dobrczynica, actual Ucrania, 1897- Lewinsburg, Pennsylvania, 1957), fue uno de los pioneros de la revolución sexual y en los años 1960 sus libros se leían tanto como los de Marcuse entre la juventud revolucionaria europea y estadounidense. Reich intentó combinar las teorías de Freud y Marx, y abogó por la liberación sexual del individuo como primer paso para la liberación política.
Tuvo una infancia desgraciada: su madre se suicidó al revelar Wilhelm su adulterio con un joven maestro y nunca se perdonó que lo hizo por celos. Estudió en Viena con Sigmund Freud pero rompió con su maestro. Pronto sus ideas avanzadas y radicales escandalizaron tanto a sus colegas que le aislaron profesionalmente. Miembro del Partido Comunista alemán, sus críticas a la línea dirigente del partido, así como a los comunistas ortodoxos, provocaron su expulsión en 1934. Reich argumentaba que la sociedad, incluido el Partido comunista, introyectaba miedo y culpabilidad en los trabajadores, para así mantenerlos sumisos y evitar una revolución radical.
Ante el ascenso del nazismo tuvo que exiliarse de Berlín a Dinamarca, donde empezó a investigar electrofisiológicamente la sexualidad y el miedo. Poco después fue declarado persona non grata, y emigró a EE UU. Allí expuso sus teorías sobre el orgón, una supuesta partícula sexual de color azul procedente del espacio y que se encontraba en toda la materia. Construyó un acumulador de orgones, caja metálica en la que el paciente se sentaba para recibir una terapia que le llevase a la liberación orgásmica. Según Reich, el acumuladortenía una temperatura más alta que otra caja similar dispuesta al lado, y eso se debía a la energía orgánica y sexual.
En 1955 las autoridades estadounidenses le condenaron a la cárcel por vender sus acumuladores sin la preceptiva licencia sanitaria de la agencia gubernamental Food and Drugs Administration. Reich no acudió al tribunal, alegando que no era un lugar para dirimir cuestiones científicas. Poco después, murió de un infarto en la cárcel.
Su figura sigue siendo controvertida. Para unos fue un genio científico y revolucionario. Para otros, un charlatán y un desequilibrado.

Fuentes.
Internet.

El psicólogo y psiquiatra estadonidense Abraham H. Maslow (Nueva York, 1908-1970).

El psicólogo y psiquiatra estadonidense Abraham H. Maslow (Nueva York, 1908-1970).

El psicólogo y psiquiatra Abraham H. Maslow (Nueva York, 1908-1970) estudió y desarrolló importantes teorías en psicología y psiquiatría en las que mezcla, a menudo de manera inseparable, ambas ciencias.

El Decálogo Maslow del punto de equilibrio mental.
Maslow definió unos índices clínicos de salud mental, aceptados en psiquiatría, y que se corresponden con patrones de conducta normales:
1. Alta percepción de la realidad. Buena aceptación de uno mismo, de los demás y de la naturaleza.
2. Capacidad de espontaneidad.
3. Capacidad de discriminación y de enfoque correcto de los problemas.
4. Capacidad de independencia y de deseo de intimidad.
5. Capacidad de autonomía y de huir de patrones impuestos.
6. Frescura de apreciación y de riqueza en la reacción emocional.
7. Sensación de identificación con la “especie humana”.
8. Una mejor capacidad de comprensión en las relaciones interpersonales.
9. Mayor creatividad.
10. Capacidad de modificar su escala de valores.

El psicólogo estadounidense William James (1842-1910).

El psicólogo estadounidense William James (1842-1910). 


William James (Nueva York, 1842-Chocorua, 1910) fue hijo del teólogo H. James y hermano del célebre escritor Henry James. Fue doctor en Medicina por la Universidad de Harvard (1869), en donde fue primero profesor de Medicina y luego de Filosofía, teniendo de compañeros a Royce, Peirce y Santayana. Viajó por Europa y fue amigo de Spencer, Wundt, Renouvier y Bergson.
Realizó sus primeros estudios en psicología fisiológica, en la “frontera vaga” entre lo corporal y lo psíquico. Escribió Principios de psicología (1890), donde difundió su tesis de la “corriente de consciencia”, la conciencia como proceso de experiencias no siempre conscientes y diferenciadas, que influyó decisivamente en Freud y en la literatura contemporánea (Viginia Woolf, Proust, Joyce o los surrealistas). La teoría de Lange-James para explicar las emociones es que en el complejo psicosomático de la emoción lo primero es la alteración física: “sentimos pena porque lloramos”.
El resto de su pensamiento evolucionó a la filosofía de la vida, con una prosa clara y consejos de sentido común basados en su experiencia personal.

Sus consejos de vida.
James escribió sobre la capacidad de obtener los objetivos en la vida:
«En casi todo lo que emprenda, sólo su entusiasmo le conducirá al éxito. Si usted se preocupa por alcanzar un objetivo, triunfará, sin lugar a dudas. Si quiere ser bueno, será bueno. Si quiere ser rico, será rico. Si quiere aprender, aprenderá. Sólo que usted debe desear realmente estas cosas, y desearlas exclusivamente, sin desear al mismo tiempo otras cien cosas incompatibles.»
James reflexionaba sobre la acción:
«La acción parece ser una consecuencia del sentimiento, pero en realidad, acción y sentimiento son inseparables; al regular la acción, que se halla más directamente bajo el control de la voluntad, podemos regular indirectamente el sentimiento, que no lo está.
Por ello, el soberano camino a la felicidad, si hemos perdido nuestra dicha, es tomar actitudes felices, actuar y expresarnos como si la felicidad fuera ya nuestra. Si esta conducta no trae consigo un sentimiento de dicha, ninguna otra cosa puede lograrlo.
Así, para sentirnos valerosos, debemos actuar como si lo fuéramos, emplear toda nuestra voluntad para ese fin, y un sentimiento de valor reemplazará muy probablemente nuestro sentimiento de miedo.»
James pensaba sobre el éxito, un objetivo que debía estimarse dentro de las razonables capacidades del individuo concreto:
«Que ningún joven sienta ansiedad alguna sobre el éxito final de sus esfuerzos, cualquiera sea el camino elegido. Si aprovecha completamente cada hora de trabajo diario, puede dejar de preocuparse sobre el resultado final. Puede tener la plena certidumbre de despertarse alguna hermosa mañana y encontrarse convertido en uno de los individuos más competentes de su generación, cualquiera que sea el propósito que haya perseguido.»

Fuentes.
Internet.

El psicoanalista estadounidense Stephen Grosz.

El psicoanalista estadounidense Stephen Grosz

El psicoanalista estadounidense Stephen Grosz (Chicago, 1952), residente en Londres, es un experto en cuestiones de psicopedagogía y conflictos personales, frecuentemente en el ámbito familiar. Su estilo directo y conciso ha sido alabado por sus analogías con Chéjov, Freud y Oliver Sacks.

Fuentes.
Libros.
Grosz, Stephen. La mujer que no quería amar. Debate. Madrid. 2013. 250 pp. En inglés The Examined Life. Recoge 31 artículos (varios publicados en “El País”).
Artículos.
Grosz, Stephen. Como los elogios pueden causar una pérdida de confianza. “El País” Semanal 1.934 (20-X-2013) 32 y 34. Recomienda no abusar de los elogios a los niños porque les pueden desmotivar. Es mejor alabarlos por su esfuerzo (que así es entendido como un fin positivo en sí mismo) que por sus resultados. Otros consejos son dedicarles atención con suficiente tiempo y dialogar con respeto, para que ganen confianza y seguridad, al sentir que alguien se preocupa por ellos. ¿Por qué un niño habría de prestarnos atención si no se las prestamos a él?
Grosz, Stephen. Cómo el miedo a la pérdida puede hacer que lo perdamos todo. “El País” Semanal 1.945 (5-I-2014) 20-21. Nos resistimos al cambio, aunque sea pequeño y conveniente, y pone un ejemplo de supervivencia el 11-S de 2001.
Grosz, Stephen. La mujer que no quería amar. “El País” Semanal 1.946 (12-I-2014) 20-21. La incapacidad de amar.
Grosz, Stephen. Llorar por el futuro. “El País” Semanal 1.947 (19-I-2014) 24-25. Quien no sabe afrontar el inevitable fin de la relación amorosa.
Grosz, Stephen. A través del silencio. “El País” Semanal 1.948 (26-I-2014) 22-23. Un enfermo crónico de Sida.

Otros.
Mora, Miguel. Entrevista a Grosz. El hombre que escucha y ayuda a aprender a amar. “El País” Semanal 1.949 (2-II-2014) 22-25. Por error titula su primer libro en España como La mujer que no sabía amar.

El pedagogo suizo Jean Piaget (1896-1980).

El psicólogo, pedagogo y epistemólogo suizo Jean Piaget (1896-1980), su comparación con Vygotski (o Vigotski) y la revisión de sus teorías por Eduardo Martí.



Jean Piaget

Índice.
Jean Piaget.
Los principios de la teoría de Piaget.
El pensamiento formal en la adolescencia.
La visión de Piaget por Martí.
Una revisión crítica de Piaget.
Conclusiones de Martí.
Las teorías de Piaget y Vygotski sobre lenguaje y pensamiento.
La cuestión del lenguaje en la Prehistoria en Piaget y Vygotski.
Fuentes.

Jean Piaget.
Jean Piaget (1896-1980) es un epistemólogo y psicólogo suizo conocido por sus estudios sobre la evolución del conocimiento infantil, en los cuales aportó numerosos conceptos en psicología, pedagogía y teoría del aprendizaje, y sostuvo una teoría cognitivo-evolutiva. 
Estaba obsesionado por la ciencia como portadora de racionalidad, pero también le interesaban la justicia, la moral, la cultura... Se interesaba por lo común que a nivel epistemológico tienen todos los humanos, sea una cultura occidental o africana. Dedicó parte de su inmensa obra a la Pedagogía, espoleado por su puesto oficial en la UNESCO. Consideraba la educación como un factor neutro, si no inútil sí menos importante que el desarrollo del individuo, el cómo el sujeto asimila y construye el conocimiento. En una frase anti-educativa dirá incluso: “Todo lo que enseñamos, impide que lo cree”, por lo que se debería favorecer que el sujeto asimile, interprete y reinterprete a fin de alcanzar el conocimiento.
Su gran tesis es que la formación del conocimiento es una construcción, en parte determinada por el nivel de desarrollo del individuo y en parte por la experiencia. Hay, pues, un fondo biológico que condiciona la adquisición de una mentalidad lógica capaz de pensamiento abstracto de la ciencia y la filosofía.



Los principios de la teoría de Piaget.
En resumen, su teoría es que hay un cambio evolutivo en la capacidad mental, con estructuras cognitivasque son formas de organización mental, que se desarrollan en estadios: sensorial-motriz, preoperativo, operativo concreto y operativo formal.
Considera que es la interacción del sujeto y el objeto, no la mente del sujeto, lo que construye el conocimiento, de un modo evolutivo, en parte determinado por el nivel de desarrollo del individuo, en parte por la experiencia. Hay, pues, un fondo biológico que condiciona la adquisición de una mentalidad lógica capaz de pensamiento abstracto, pero esta continuidad no implica que haya una determinación biológica de la psicología.
La evolución de la mente comporta así un doble proceso casi biológico: de asimilación, en que las nuevas experiencias se enraizan en las estructuras preexistentes; de acomodación, en que las estructuras preexistentes se adaptan a las nuevas experiencias. Piaget considera además la influencia de los factores sociales y culturales, pero no los juzga suficientes en sí mismos.
Piaget entiende el desarrollo psicológico como una sucesión de estadios en las capacidades cualitativas del sujeto. Le interesa cómo aparecía el conocimiento más que el paso concreto de un estadio a otro. ¿Por qué? Él relaciona el desarrollo del individuo con el de la ciencia, y así, por ejemplo, relaciona el estadio infantil con la ciencia antigua y medieval.
Piaget clasifica cuatro estadios de la infancia a la juventud:
1) Del nacimiento a los dos años: adquisición de la inteligencia sensorial-motriz o práctica, bajo la influencia familiar. La experimentación no tiene una finalidad concreta.
2) De los dos a los siete años: aparición del pensamiento preoperativo, bajo la doble influencia del lenguaje y de la socialización. El niño asimila la realidad a su actividad propia. Comienza la representación simbólica del lenguaje (leer y escribir).
3) De los siete a los doce años: aparición del pensamiento reflexivo concreto (sobre los hechos), bajo la influencia del juego colectivo y la escuela. Se abandona el egocentrismo. Se distinguen las clases y cantidades; se pueden establecer hipótesis (pero sólo a partir de hechos concretos).
4) De los doce a los dieciocho años: aparición del pensamiento formal, y, finalmente, de la sistematización. Se desarrollan la identidad personal, la sexualidad y la socialización. Hay capacidades nuevas: se construyen proposiciones (contrarias a los hechos), se desarrolla el pensamiento abstracto (con esquema de comprobación de variables) y se aísla la información relevante de la que no lo es.
Con estas premisas, Piaget sostiene la necesidad de una educación activa y participativa (la “pedagogía nueva”), que desarrolle la vida anímica. El pedagogo sólo debe apoyar al proceso interno de desarrollo del pensamiento: «Educar es adaptar al niño al medio social adulto, es decir, transformar la constitución psicobiológica del individuo en función del conjunto de realidades colectivas a las que la conciencia común atribuye algún valor.»
Piaget e Inhelder en El desarrollo del pensamiento lógico desde la infancia a la adolescencia (1955) consideran que el pensamiento tiene una estructura propia: lógico, hipotético, abstracto y metapensamiento.
- El pensamiento lógico se diferencia en concreto (infancia) y formal (adolescencia).
- El pensamiento hipotético permite establecer hipótesis (proposiciones) sobre hechos no reales (en el sentido de no observables) e incluso hipótesis contrarias a los hechos, basadas en premisas falsas, por ejemplo en el juego de billar, que se basa en que el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión, se comprenden a los 5 años sólo los hechos, como una experiencia empírica, propia del pensamiento pre-operativo, mientras que a los 7 años se establece una relación entre la dirección del golpe y el resultado, esto es una relación empírica, de pensamiento operativo; y a los 11 años se comprende el porqué de esta relación, o sea, la idea de los ángulos, esto es un pensamiento lógico formal en su fase inicial.
- El pensamiento abstracto permite desarrollar una expresión de símbolos y un esquema de comprobación de variables Es el juego de la lógica formal: Si se da A hay B. Se da A... (luego se da B).
- El metapensamiento es reflexivo y permite “pensar sobre el pensar” (se da sólo en la post-adolescencia), como la sistematización del saber o la investigación científica y humanística de alto nivel.

El pensamiento formal en la adolescencia.
Piaget, de acuerdo con todo lo anterior, considera que la capacidad mental en la adolescencia vive un cambio cualitativo más que cuantitativo: no se incrementa la cantidad de capacidad cognitiva, sino que cambia la naturaleza de esta (se cambia de un pensamiento concreto a un pensamiento formal). 
Piaget y Inhelder (1955) distinguen entre pensamiento concreto y formal, basándose en la distinción entre operaciones concretas y formales (más evolucionadas).
El pensamiento concreto corresponde al estadio de la infancia (7-11 años), cuando el niño tiene un pensamiento relacional, basado en operaciones concretas (sobre hechos concretos), sin poder diferenciar entre lo real y lo mental.
El pensamiento formal corresponde al estadio de la preadolescencia (desde los 11-12 años) y adolescencia(12-20 años), cuando se consolidan las operaciones concretas que presidieron el estadios anteriores y el joven se desarrolla y abre a un nuevo tipo de pensamiento abstracto, proposicional e hipotético-deductivo, basado en operaciones formales, con nuevas capacidades, como la de diferenciar entre lo real y lo mental y construir proposiciones «contrarias al hecho».
Estas operaciones formales tienen características estructurales (lógicas) y funcionales.
Las características funcionales son:
a) La realidad es concebida como un subconjunto de lo posible.
b) Carácter hipotético-deductivo.
c) Carácter proposicional.
d) Se establecen esquemas operacionales formales.
Podemos especificar más estas características:
a) La realidad es concebida como un subconjunto de lo posible.
La realidad es concebida como un subconjunto de lo posible: lo real es subordinado a lo posible.
Se prevén las relaciones causales entre los elementos, trascendiendo los datos reales. De este modo, se supera la lógica concreta, mucho más lineal, propia de los periodos anteriores. En la medida en que es capaz de imaginar situaciones posibles, irá encontrándose en disposición de determinar que un aspecto de la realidad puede deberse a un conjunto de factores. Gracias a esta capacidad, y al dominio de la combinatoria, podrá trabajar con problemas ligados a la causalidad múltiple.
b) El carácter hipotético-deductivo.
Es un pensamiento abstracto en forma de hipótesis, acompañado por un razonamiento deductivo, con un esquema de control de variables (se verifica la proposición). Es, pues, una metodología ya científica. El alumno será capaz de transformar las abstracciones sencillas propias del periodo anterior en hipótesis, como formulación de un conjunto de explicaciones posibles, y someterlas a prueba para comprobar su confirmación empírica. Igualmente podrá aplicar un razonamiento deductivo indicando las consecuencias de determinadas acciones realizadas sobre la realidad.
c) El carácter proposicional.
Se usa una comunicación verbal compleja para entenderse con los otros, para expresar razonamientos abstractos (independientes de la realidad concreta, observable) y los resultados que se obtienen. Se piensa, pues, no sólo con objetos reales sino con representaciones proposicionales de los objetos, comunicadas con el lenguaje.
d) Se establecen esquemas operacionales formales.
Por último, hay un estadio de esquemas formales, gracias a los cuales el adolescente relaciona su experiencia anterior con la nueva información. Asimila el conocimiento de un modo significativo (integrando los nuevos conocimientos en un esquema anterior). Tiene una capacidad predictiva, alcanzada con estrategias de razonamiento: combinatoria, proporciones, correlaciones, etc. Es el último estadio del desarrollo intelectual, ya adulto, que permite las tareas científicas, creativas, comunicativas, de mayor nivel intelectual.

La visión de Piaget por Martí.
Uno de los grandes expertos piagetianos, el catedrático de Piscología Evolutiva de la Universidad de Barcelona, Eduardo Martí Sala [Conferencia de Martí sobre Evolución de la inteligencia según Piaget (octubre 1997)], marca una serie de rasgos en el pensamiento de Piaget:
1) Piaget era un epistemólogo más que un psicólogo o un pedagogo. Sus intereses reales giraban acerca de la teoría del conocimiento, mientras que lo demás se refería a aquel interés por el sujeto epistémico.
2) No era un innatista premorfista, con la biología como base del pensamiento, pese a que, de hecho, su formación académica (carrera y tesis doctoral incluida) era de la de un biólogo. Al contrario, sostenía que no hay determinación de la biología sobre la psicología, aunque haya continuidad entre ambas.
3) Entendía el desarrollo psicológico como una sucesión de estadios, pero le interesaba más cómo aparecía el conocimiento que el paso concreto de un estadio a otro. ¿Por qué? Él relacionaba el desarrollo del individuo con el de la ciencia, y así, por ejemplo, relacionaba el estadio infantil con la ciencia antigua y medieval.
4) Pensaba que la interacción del sujeto y el objeto es lo que construye el conocimiento, que no reside en el sujeto (en sus esquemas), siendo que el conocimiento está en la interacción. Es pues una tesis de relativismo interaccionista.
5) Consideraba que el desarrollo del individuo es a-social y a-cultural. Pero Piaget sí incluye los factores sociales y culturales, aunque los juzga suficientes, en contra de las teorías deterministas de Vygotski.

Una revisión crítica de Piaget.
En la actualidad todavía se pueden utilizar importantes aspectos de sus teorías, aunque replanteándolas a la luz de las críticas, que proceden de tres corrientes: 1) Innatismo / constructivismo (innatismo). 2) Mecanismos específicos / mecanismos generales (modularidad). 3) La dimensión social y cultural / la dimensión individual (dimensión social-cultural).
1) Innatismo / constructivismo (innatismo). El innatismo mantiene que las estructuras básicas (espacio, identidad, sujeto, social, número...) están ya presentes desde el nacimiento (inscritas en el patrimonio genético). Estas capacidades se despliegan, se abren, pero no se desarrollan. Esta teoría tiene fallos: ¿por qué tardan tanto en aparecer las competencias? En los experimentos, al reforzar al bebé no se sabe cuál es su verdadera capacidad innata. Martí cree en las competencias (como Carey), pero aún hay que estudiar cómo aparecen.
2) Mecanismos específicos / mecanismos generales (modularidad). Las competencias generales relacionan los módulos entre sí. El módulo (una aportación de Carey) es el mecanismo específico (por ejemplo ante el número), innatista e independiente. Martí responde que esto no explica que haya un avance conjunto de todos o casi todos los mecanismos o dominios. Además, el desarrollo se independiza, flexibiliza, respecto a los estímulos. Martí añade a los mecanismos específicos los generales.
3) La dimensión social y cultural / la dimensión individual (dimensión social-cultural). La crítica de Vigotski (y otros autores) está basada en que la dimensión social y cultural es esencial en el desarrollo. El conocimiento se desarrollo con un carácter “distribuido”, entre las personas que ayudan al individuo. Además la “distribución” se da también en instrumentos culturales (físicos o simbólicos, como TV, radio, libros, ordenador o lápiz). Los determinantes son socio-culturales.
Piaget respondería a esta crítica que:
a) ¿Cómo explicar la existencia de “universales”, los cuales son comunes a todos los individuos, ajenos a sus determinantes socio-culturales?
b) Se olvida al sujeto y su punto de vista.
c) Debemos conocer cómo se crearon los instrumentos culturales.

Conclusiones de Martí.
Martí afirma que hay que reevaluar a Piaget a la luz de estas críticas, y propone que del pensamiento piagetiano subsiste:
1) Una teoría unitaria: un programa de investigación.
2) El punto de vista evolutivo (o genético).
3) El sujeto como constructor  de sus mecanismos internos.
1) Una teoría unitaria: un programa de investigación. Falta un paradigma lógico amplio en psicología, como los de Freud, Vygotski y Piaget. Hoy tenemos una multitud de teorías, muy compartimentadas y específicas, por ejemplo, la bimanualidad.
2) El punto de vista evolutivo (o genético). Hay que recuperar la importancia de la evolución, la construcción, la génesis. ¿Cómo ha llegado a ser lo que es? No hay orígenes absolutos.
3) El sujeto como constructor de sus mecanismos internos. El sujeto como activo constructor de conocimiento, pues no hay sólo genes y cultura.
Hay un gran reto para los psicólogos de la cognición: sintonizar los factores externos (los culturales), las canalizaciones internas junto a las interiores.
Los funcionalistas Pasquale Leone y Kay plantean estrategias de procesamiento y análisis de tareas de la información. Explican el cambio de los estadios por factores únicos, como la capacidad mental.
Martí sostiene que lo importante es el proceso de construcción del saber por el sujeto, que tomé el error y el conflicto como elementos productivos, en cuanto sea consciente de ello. El aprendizaje es “re-construcción”, asimilación e integración en sus propias estructuras, en un aprendizaje significativo.
Martí critica que las metodologías educativas basadas en la participación olvidan al sujeto, puesto que se basan demasiado en el determinista ruso Vygotski  (1896-1934), que sostenía la importancia de la interacción social en la construcción del conocimiento, e influyó en la pedagogía posterior con su concepto del potencial de aprendizaje o capacidad de desarrollo mental que un sujeto tiene en el caso que un maestro o persona experimentada le guíe.
Martí critica la teoría de Rousseau del “buen salvaje” que crece espontáneamente, pues sería horrible que el niño tuviese que descubrir por sí solo todo el conocimiento humano, una tarea eterna e infinita, baldía por excesiva. Y aconseja que el profesor vuelva a ser fuente de conocimiento y un intermediario metodológico para acceder a las otras fuentes del conocimiento.

Las teorías de Piaget y Vygotski sobre lenguaje y pensamiento.
Humbert Boada y Genoveva Sastre, en el debate Lenguaje y pensamiento: dos percepciones (1997), revisan las teorías de Piaget y Vygotski sobre el lenguaje y el pensamiento.
Boada y Sastre son profesores en Barcelona, en distintos grupos de investigación, el primero en y la segunda en la de Piaget.
Boada sigue la corriente de Vygostski explora el simbolismo, que decanta en un simbolismo sin lenguaje y un simbolismo en el lenguaje.
La función simbólica se desarrolla de los 2 a los 7 años, en el periodo egocéntrico, al que Vygotski y Piaget dan una gran importancia. Mientras Piaget da menor importancia al lenguaje, aún no eliminándolo, pues lo considera una manifestación del desarrollo psicológico, Vigostki, en cambio, es más partidario del lenguaje, como configurador de la psicología de la persona humana.
La producción verbal aparece entre los 4 y los 6 años, cuando el lenguaje privado disminuye, lo que significa que se interioriza, como sostenía Vygotski. La comunicación es entonces ambigua, a veces incomprensible, y para analizarla Boada utiliza un sistema de categorías de análisis comunicativo, dividida en información ligada al referente (con fuertes regulaciones) e información no ligada al referente (con débiles regulaciones). Distingue el silencio como marcador de la unidad comunicativa, el silencio como reestructurador del mensaje, y el silencio como planificador de la tarea.
A los 6 años los mensajes son más reestructurados porque aumenta la habilidad lingüística.
Sastre, por su parte, sigue la corriente de Piaget. Introduce las cuestiones del conflicto socio-cognitivo y de la relación entre contenidos y estructuras. Afirma que no hay una generalización inmediata de pensamiento de un sistema a otro. Su investigación se basa en los mensajes de niños de 9 y 11 años, en una situación de compra de objetos y señala que los mensajes preferidos son los alfabéticos, antes que los numéricos y gráficos, pero estos dos aumentan a los 11 años, al desarrollarse la capacidad cognoscitiva.

La cuestión del lenguaje en la Prehistoria en Piaget y Vygotski.
Boada y Sastre extienden su argumentación a la problemática de que en la Prehistoria, sin alfabetos ni códigos escritos, ¿cómo se desarrollaba la psique cognoscitiva y el lenguaje?
Es el problema de la intencionalidad en el lenguaje y la cuestión de la consciencia de usar simbología. Piaget y Vygotski coinciden en que sin lenguaje ni sistema simbólico no hay ser humano, pero mientras que Piaget considera que el lenguaje es una adaptación del hombre al medio, por su parte Vygotski opina que los animales no tienen lenguaje, sino sistemas de intercomunicación, que son los instrumentos adaptativos del hombre, en contacto con las resistencias del medio, los que construyen el conocimiento.

Fuentes.
Internet.

Conferencias.
Martí Sala, Eduardo. Conferencia. Evolución de la inteligencia según Piaget (X-1997).

Libros.
Vigotski, Liev Semionovich. La imaginación y el arte en la infancia: ensayo psicológico. Akal. Madrid. 1982. 120 pp.
Vigotski, Liev Semionovich. Psicología del Arte. Barral. Barcelona. 1972. 527 pp.

La adolescencia. El desarrollo moral y axiológico. Las teorías de Kohlberg, Bandura, Havighurst, Baumrid...

La adolescencia. El desarrollo moral y axiológico. Las teorías de Kohlberg, Bandura, Havighurst, Baumrid...

El pensamiento moral.
El desarrollo del razonamiento moral es esencial en la etapa de la adolescencia, a fin de lograr una integración en la sociedad.

Contenidos morales.
Hay tres tipos de contenidos morales: conductas, juicios y actitudes.
Conductas, de naturaleza práctica: conductas de solidaridad, altruismo y cooperación.
Juicios, de naturaleza cognitiva: juicios morales, razonamiento y conciencia moral.
Actitudes, de naturaleza axiológica: valores con elementos cognitivos, emotivos y de orientación práctica.
Para Kohlberg y Piaget hay una relación entre desarrollo racional y ético, pues este se basa en la capacidad de hacer juicios morales.
Según Piaget hay una evolución desde una moral heterónoma (del niño, impuesta por los padres) hasta una moral autónoma (del adolescente, aceptada libremente).
Según Kohlberg, en cambio, el juicio moral se desarrolla en seis estadios, de dos en dos, en tres niveles:
1) Preconvencional: libre pacto social.
2) Convencional: principios éticos racionales.
3) Postconvencional: principios.

Los valores.
Este aspecto del desarrollo es ético-moral y pertenece al llamado ámbito axiológico (de los valores).
Para Bandura (Teoría del aprendizaje social) la influencia mayor es la de los padres.
Los alumnos del 1º ciclo de ESO pueden ser situados en el ingreso al nivel “postconvencional” del desarrollo moral, por el que el tratamiento educativo en este periodo de preadolescencia deberá impulsar y desarrollar este tipo de moral. De este modo, los alumnos estarán en condiciones de asumir que los colectivos mantienen una serie de valores y opiniones que en gran medida son creencias y reglas relativas a su grupo, por lo que deben ser respetadas en interés de la imparcialidad, para mantener el orden social y los derechos de los demás: la moralidad se basa en un acuerdo entre individuos. No obstante, por tratarse de un acuerdo, puede modificarse cuando las personas de una sociedad discuten racionalmente alternativas que pueden ser más ventajosas para los miembros de un grupo (moralidad de derechos individuales y leyes aceptadas democráticamente).
Más allá de la etapa de ESO, la moralidad de los principios éticos universales y de la conciencia individual hará que los alumnos se conformen a las normas sociales y a los ideales interiorizados, más para evitar la autocondena que la crítica de los demás. Las decisiones a tomar, las leyes particulares, entonces, se apoyan en principios universales de justicia, igualdad de derechos humanos, respeto por la dignidad de los seres humanos como personas individuales, compasión... La moralidad entonces se basa en el respeto y los principios se personalizan, pudiendo en ocasiones entrar en conflicto con el orden social aceptado por la mayoría.
Hay varias opiniones doctrinales sobre el tema de los prototipos de valores, con autores como Havighurst y Baumrid.
Según Havighurst los prototipos de valores son:
Pragmático: productividad, responsabilidad, logros...
Vanguardista: impulso al cambio social o cultural.
Marginal: por voluntad o marginación social se queda fuera de las actitudes y valores dominantes.
Según Baumrid hay ocho prototipos, de acuerdo a la combinación de tres dimensiones:
1) Actividad/pasividad: se puede ser expresivo/reservado o explosivo/sosegado.
2) Individualismo/sugestionabilidad: con dominación/docilidad, rebelde/conformista, con proyecto/sin proyecto.
3) Responsabilidad social: amistad/hostilidad, controlado/incontrolado, obsequioso/disruptivo, obediente/desobediente.
Hay una imagen popular de la adolescencia como generosa, idealista y altruista. Pero hay muchas excepciones.

La adolescencia. El desarrollo afectivo y social. Las teorías de Blos, Dunphy...

La adolescencia. El desarrollo afectivo y social. Las teorías de Blos, Dunphy...

El desarrollo afectivo y social.
La adolescencia es un periodo de activa desconstrucción del pasado y un proceso de proyecto y construcción del futuro. Se desarrolla la identidad personal (el concepto de sí mismo y la identificación sexual), fundamentalmente con una determinación de la personalidad por la cultura, mediante la interacción social. Un ejemplo de que el sujeto no nace sino que se hace es el de los niños-lobo, que si no son educados antes de cierta edad (2-7 años) luego ya no pueden desarrollar las capacidades básicas (módulos mentales en el argot psicológico).
La conducta sexual se establece en esta etapa. Según la antropóloga Margaret Mead hay una gran importancia del medio sobre la actividad (conducta) sexual, que es determinada por cuatro factores relacionados: morfología, hormonas, educación y factores sociales.
Los adolescentes inician a los 11-12 años la reconstrucción de una nueva imagen personal, a la que conceden fundamental importancia en su proyección exterior, y que en ocasiones puede ir acompañada de inestabilidad emocional, sensibilidad extrema e inhibiciones. Las idealizaciones relacionadas con las notas anteriores y con la capacidad de abstracción cognitiva son rasgos muy comunes en este periodo.
La integración social en el grupo de compañeros se acentúa como espacio de comunicación, apoyo, liberación y reducción de tensiones íntimas, frente al espacio lúdico que caracterizaba al grupo de iguales en la etapa anterior de Educación Primaria. Estas relaciones afectivas de amistad y camaradería son ahora intensas, pero no siempre se prolongarán en el tiempo.
En la intervención educativa es fundamental prestar atención a los problemas que se presentan frecuentemente en relación con la autoestima y el equilibrio personal y afectivo de los alumnos en este periodo, como consecuencia de los importantes cambios que se producen en su desarrollo fisiológico y psicológico. Las técnicas de estudio, además de contribuir al desarrollo cognitivo -aprender a aprender-, permiten fomentar en el alumno un mejor autoconcepto y su autonomía personal en el proceso de aprendizaje, tanto dentro del aula como fuera.
Se debilita el papel de la familia, de la que el adolescente tiende progresivamente a emanciparse, mientras que aumentan las interacciones sociales, sobre todo con el grupo de compañeros. El grupo, con importantes influencias sobre cada sujeto, evolucionará en el tiempo, desde el grupo homogéneo con respecto al sexo hasta el grupo mixto sexual.

Las relaciones personales con los padres y otros adultos.
Las relaciones con los adultos frecuentemente tienen un carácter ambivalente, al iniciarse el proceso de emancipación con respecto a la familia y a los valores que representa, a la par que se necesita la imitación de modelos en un momento en que el que se tienen que afirmar y definir la propia identidad. Los momentos de mayor tensión se suelen dar, de hecho, en estos momentos de la pubertad (11-14 años), cuando se adquiere por vez primera un sentido mayor de independencia y se acrecienta la capacidad crítica frente a los padres, potenciada por el desarrollo del pensamiento formal. No obstante, la influencia de la familia suele ser determinante, sobre todo en la proyección hacia el futuro, puesto que las opciones decisivas suelen estar informadas por un criterio próximo al de los padres.
Según Dulci hay una relación de rechazo/aceptación respecto a los padres y la disciplina familiar. Los tres tipos de autoridad familiar son: autoritaria, permisiva y democrática. Generalmente, se produce un rechazo (rebeldía) ante los padres autoritarios y una aceptación de los padres permisivos y democráticos.
La búsqueda de la independencia respecto a la familia puede producir ansiedad e incluso temor y es una fuente de conflictos personales y familiares. Por ello, lo más conveniente es una relación de diálogo, apertura, autonomía, respeto, democracia, con el ejemplo armonioso de los padres, sin intentar aplazar la asunción por los jóvenes del papel de adultos.

Las relaciones de amistad y de grupo de compañeros.
Se establecen lazos más estrechos con el grupo de compañeros, como un primer paso para las relaciones sociales adultas. Los varones desarrollan la intimidad interpersonal más tarde que las chicas. La amistad y el sexo se diferencian claramente con la madurez personal. La familia se convierte en modelo para los proyectos de futuro (trabajo, estudio) mientras que el grupo es el modelo para la conducta presente, con la inserción en una verdadera cultura de la adolescencia.
Blos (1962) explica que los grupos van pasando de relaciones en un mismo sexo a heterosexuales, hasta desembocar en las relaciones de pareja, a través de una sucesión de etapas:
- Pre-adolescencia (10-11).
- Primera adolescencia (12-14).
- Adolescencia (15-16 años).
- Fin de adolescencia (17 años, consolidación del “yo”).
- Post-adolescencia (adulto o joven desde 18 años).
Esta periodización no es universal, sino indicativa.
Dunphy (1963) clasifica las fases de asociación:
1) Reunión en grupo (pandilla) de un solo sexo.
2) Fusión de grupos en una masa (de distintos sexos).
3) Reunión en grupos heterosexuales.
4) Asociación de los grupos heterosexuales (a fin de ampliar el campo social).
5) Establecimiento de relaciones de pareja y disgregación de los grupos.

Evidentemente, esta secuencia no es universal y hay muchas excepciones, por motivos de amistad, trabajo, deporte, inmadurez psicológica...

La adolescencia: El desarrollo de la identidad sexual y personal. Las teorías de Freud, Erikson, Marcia y Rogers.

La adolescencia: El desarrollo de la identidad sexual y personal. Las teorías de Freud, Erikson, Marcia y Rogers, 

El desarrollo de la identidad personal (el descubrimiento del yo), es una característica de la adolescencia. La identidad propia se subdivide en tres facetas: objetiva, subjetiva y autoidentidad. La objetiva es la percepción ajena del individuo, la subjetiva es la percepción por el sujeto de cómo le ven los demás, la autoidentidad es la la percepción íntima de nosotros mismos.
Las dos teorías fundamentales respecto al desarrollo de la personalidad y el descubrimiento de la propia identidad son:
1) La teoría psicoanalítica de Freud. 2) La teoría social de Erikson, seguida por varios autores.

La teoría psicoanalítica de Freud.
La teoría psicoanalítica de Freud (1856-1936) estudia el desarrollo de la identidad del papel sexual.
Freud diferencia 5 fases o etapas, definidas por los instintos sexuales (oral, anal, fálica, latencia y genital).
La adolescencia es la etapa genital, de asunción de roles sexuales, de paso a la genitalidad adulta, de completo desarrollo de las “pul­siones sexuales” que llevan a una aguda actividad sexual, propia del reconocimiento de los límites de la propia corporalidad.
En esta etapa se reactivan los procesos de la infancia de deseo sexual respecto a los padres (complejo de Edipo), pero si entonces los deseos eran inconscientes ahora son conscientes, lo que culpabiliza al sujeto. Entonces la relación con los padres cambia, con una relajación de los lazos, pues el individuo busca reencontrarse a sí mismo y alcanzar la autoestima. Lo consigue con tres mecanismos de autodefensa:
- Desplazamiento a nuevos objetos del deseo o la admiración: se buscan líderes, un “super-yo” ideal (profesor, amigo íntimo, cantante, actor, amores...). Es el más frecuente.
- La inversión de afectos: el amor se puede convertir en odio (agresividad contra la familia).
-Inversión libidinal del “yo”: cuando el individuo no encuentra un objeto exterior, entonces el propio yo se convierte en sujeto del amor (el narcisismo).
En esta etapa la satisfacción de la sexualidad se convierte en un centro esencial de la vida. Las relaciones sexuales se consuman -completas o incompletas-, y comienza la relación con prostitutas, otros sujetos o la masturbación (sobre todo varonil). Esta liberalización sexual hoy está más permitida que en el pasado, pero fluctúa según las modas.
Puede ocurrir que el adolescente se refugie en el ascetismo, denunciando o negando la sexualidad, o refugiándose en la sublimación intelectual o de grupo.
Entre las aplicaciones posteriores de la teoría psicoanalítica de Freud destacan los estudios de Jessor y Jessor, sobre la problemática propia de una edad transicional en lo sexual.

La teoría genética y social de Erikson.
E. H. Erikson utiliza la teoría psicoanalítica, pero plantea un paradigma genético y social, no sexual. El desarrollo de las etapas está determinado por la genética y la relación social. Hay ocho diferentes etapas: lactancia, primera infancia, infancia, edad de juego, edad escolar, pubertad y adolescencia, joven edad adulta, edad adulta, madurez.
La adolescencia (12-18 años) es una etapa esencial, marcada por una crisis psicosocial de identidad y confusión de rol.
Erikson define la adolescencia como una «moratoria social» entre «la moralidad aprendida por el niño y la ética que desarrolla el adulto», un compás de espera que la sociedad da a sus miembros jóvenes mientras cristalizan su identidad personal y se preparan para ejercer los roles de adultos. Todo este desarrollo está marcado por una doble influencia, genética y de la sociedad. Es un desarrollo psicosocial, para lo positivo y lo negativo.
El adolescente desarrolla su dentidad personal (el self) por un triple juego: se ob­serva a sí mismo, a los demás y cómo estos le ven a él mismo. Este juego de observación es más intenso en los grupos, por lo que se constituyen en la forma general de relación del adolescente, que va cambiando de grupo para favorecer su aprendizaje.

Estadios del desarrollo de la identidad personal: Marcia.
Marcia et al., siguiendo la línea de Erikson, plantean una evolución de la identidad personal, con un estadio logrado (A) y los otros tres estadios como insuficientes:
A) La realización lograda de la propia identidad (tras una crisis se opta por un proyecto vital propio).
B) La hipoteca (un proyecto de vida impuesto por otros).
C) La moratoria o aplazamiento (bloqueo por conflicto de valores o profesional).
D) La difusión de la identidad (sin llegar a decidirse en ideología o vocación).

Desarrollo del concepto de sí mismo: Rogers.
El desarrollo del concepto de sí mismo es un elemento central del desarrollo de la identidad personal.
Para Rogers el concepto de sí mismo es un conjunto de juicios, valores, conceptos y representaciones acerca del propio sujeto. Para Markus es el autoconocimiento.
Se revisa y rehace la imagen del propio cuerpo, y con frecuencia es una opinión conflictiva para la autoestima.
El individuo necesita ser reconocido y aceptado por los demás, sobre todo por los que son significativos para él.

Características de la identidad propia lograda.
De acuerdo a la suma de las tesis de Freud, Erikson, Marcia, Rogers, Markus... una identidad personal lograda implica:
- La aceptación del propio físico.
- La definición del rol sexual.
- La autonomía emocional y moral respecto a los padres.
- Las nuevas relaciones con amigos y compañeros de ambos sexos.
- La adquisición de capacidades intelectuales.
- La consecución de una conducta social responsable.
- La afirmación de un sistema de valores.
- La preferencia y preparación vocacional (profesional o de estudios).