EL CONDUCTISMO Y EL NEOCONDUCTIVISMO.
Se distinguen los estímulos:
a) Externos: luz, oscuridad, calor, frío, ruido...
b) Internos: modificaciones orgánicas por falta de alimentos, actividad sexual...
Las respuestas pueden ser:
a) Simples: saltar ante un ruido...
b) Complejas: establecer planes, escribir libros...
Desarrollo del conductismo.
En su origen la influencia de la reflexología de Pavlov es patente, con su tesis del reflejo condicionado como punto de partida del comportamiento: la excitación provoca la respuesta que a su vez es excitación para otra respuesta.
En 1913, J. B. Watson escribió: «La psicología, como la ve el conductista, se opone al introspeccionismo (sino el sujeto mismo puede estudiar sus estados psíquicos.»
Ante un estímulo, el organismo neutraliza los efectos de éste, actuando contra el estímulo o modificándose a sí mismo. La relación estímulo y respuesta se puede presentar en “leyes”, para predecir la conducta futura ante una “excitación” o deducir la naturaleza del estímulo por la observación de la reacción.
A partir de los primeros experimentos con animales y recién nacidos, Watson generalizó y explicó la totalidad de los hábitos del hombre: todo comportamiento sería resultado del aprendizaje y la educación.
Pero había formas congénitas de conducta: “miedo” (ante la privación de apoyo, la impresión de un ruido violento...), cólera (desde el décimo día del nacimiento si se obstaculizan sus movimientos), amor (se le hacen cosquillas o se le mece). Estas formas son primitivas.
Consecuencias teóricas.
El lenguaje como simple reacción motriz y el pensamiento como lenguaje implícito.
La palabra es una acción y decir es “hacer simbólicamente”.
El pensamiento como comportamiento de substitución que pone en juego estímulos y respuestas simbólicas.
La actividad psíquica se rige por la adaptación y el aprendizaje, aunque la educación puede modificar mucho el comportamiento.
EL NEOCONDUCTIVISMO.
El behaviorismo inicial fue criticado, no por sus métodos, sino por sus generalizaciones arbitrarias.
En los años 30 aparecieron las teorías rivales de C. L. Hull y F. C. Tolman —basadas en experimentos de aprendizaje en ratas—, con un mayor rigor en el método y alejadas de la reflexología.
Skinner, profesor de la Universidad de Harvard, es actualmente el único behaviorista vigente, por sus aplicaciones del conductismo a la pedagogía (enseñanza programada). Así, la psicopedagogía tiende a resolver los problemas de niños psicológicamente problemáticos, mediante la psicoterapia y las técnicas psicológicas.
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