UD 04. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DEL DESARROLLO PSICOLÓGICO DE LOS ADOLESCENTES: ASPECTOS COGNITIVOS, MOTRICES, AFECTIVOS Y SOCIALES. IMPLICACIONES EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DEL ÁREA Y MATERIAS DE LA ESPECIALIDAD POR LA QUE SE OPTA.
INTRODUCCIÓN.
1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA.
2. EL DESARROLLO COGNITIVO.
LA TEORÍA COGNITIVO-EVOLUTIVA DE PIAGET.
El pensamiento formal en la adolescencia.
Características funcionales del pensamiento formal:
a) La realidad se concibe como subconjunto de lo posible.
b) El carácter hipotético-deductivo.
c) El carácter proposicional.
d) Se establecen esquemas operacionales formales.
Una educación activa y participativa.
La no universalidad del pensamiento formal.
La teoría determinista de Vygotski.
EL PENSAMIENTO POSTFORMAL.
3. EL DESARROLLO FÍSICO.
4. EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD SEXUAL Y PERSONAL Y EL DESARROLLO AFECTIVO Y SOCIAL.
LA IDENTIDAD SEXUAL Y PERSONAL.
Las teorías de Freud, Erikson, Marcia, Rogers...
Características de la identidad propia lograda.
EL DESARROLLO AFECTIVO Y SOCIAL.
Las relaciones con los padres y otros adultos.
Las relaciones de amistad y de grupo de compañeros.
5. EL DESARROLLO MORAL.
EL PENSAMIENTO MORAL.
6. LA CONFLICTIVIDAD EN LA ADOLESCENCIA.
La crisis personal.
CONFLICTOS POR:
Cambios fisiológicos.
Cambios psicológicos:
Nivel instintivo.
Nivel afectivo.
Nivel intelectivo.
Inmadurez crónica.
7. IMPLICACIONES EN EL PROCESO PEDAGÓGICO.
LA INTERVENCIÓN EN LA ENSEÑANZA.
La intervención es integral.
LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE.
Proceso interno, externo y síntesis.
LAS IMPLICACIONES EN CIENCIAS SOCIALES.
ESO.
BACHILLERATO.
INTRODUCCIÓN.
Para esta UD he utilizado sobre todo el libro de Kaplan y Sadock. Compendio de Psiquiatría. Salvat. Barcelona. 1975. 979 pp. El tema es muy complejo, pues la psicología de la adolescencia es un enorme campo de conocimiento, con una gran diversidad de conceptos y, sobre todo, de teorías, las cuales no podemos considerar como leyes científicas, sino como múltiples y cambiantes teorías que ayudan a entender la adolescencia (p.e. la teoría evolutiva de Piaget considera que la adolescencia se caracteriza por el pensamiento formal, pero los estudios posteriores demuestran que sólo el 50% de los adultos llegan a este estadio; aun así, las tesis de Piaget son muy interesantes y pueden aplicarse en muchos puntos).
En la actualidad, la mayoría de los psicólogos han renunciado a las teorías generales de interpretación y se concentran en campos o problemas concretos. En suma, el ser humano es demasiado complejo para reducirlo a unos esquemas simples.
1. CONCEPTO DE ADOLESCENCIA.
El concepto de adolescencia es reciente en la cultura occidental y está ausente en muchas culturas. Aunque ya Séneca definió a los adolescentes como “los que están en curso de madurez”, el concepto tuvo un uso casi inexistente hasta el s. XIX, cuando los grandes cambios en la sociedad desde la revolución industrial (la presencia del adolescente en el mercado de trabajo), la extensión de la educación obligatoria y el problema de la edad penal, desarrollaron una diferenciación de las personas insertas en esta etapa.
Es una etapa intermedia, de transición entre la infancia y la edad adulta, en un proceso cambiante, no un estado estable. Dura aproximadamente entre los 12 y los 20 años, por lo general 12-18 para las chicas y 14-20 para los chicos, aunque con grandes diferencias individuales.
Se distingue entre pubertad (desarrollo físico), adolescencia (desarrollo psicológico) y juventud (desarrollo psicosocial), con un complejo de aspectos cognitivos, motrices, afectivos, sociales, morales y axiológicos.
En esta etapa aparecen unos cambios importantes, especialmente fisiológicos y psicológicos, que afectan a la personalidad total. Los cambios fisiológicos llevan a la madurez de los órganos sexuales. Los cambios psicológicos que experimenta el adolescente son cualitativos y cuantitativos, situados fundamentalmente en tres planos o niveles: instintivo, afectivo e intelectivo.
2. EL DESARROLLO COGNITIVO.
En el nivel intelectivo el individuo adquiere la capacidad de manejar ideas abstractas en lugar de representaciones concretas, con lo que aparece una inclinación a las teorías abstractas y las ideologías. En este periodo se hace una crítica de la ideología recibida y se asimilan personalmente ideas y creencias. Psicológicamente, al acceder al pensamiento formal, el adolescente es capaz de operar con signos y símbolos que sustituyen a los objetos en sí, y de razonar sobre estos sustitutos. Las variaciones en el aspecto intelectual posibilitan el avance hacia la independencia del alumno (en pensamiento y acción) y facilitan su progreso hacia la madurez.
LA TEORÍA COGNITIVO-EVOLUTIVA DE PIAGET.
El pensamiento formal en la adolescencia.
Piaget considera que la capacidad mental en la adolescencia vive un cambio cualitativo más que cuantitativo: no se incrementa la cantidad de capacidad cognitiva, sino que cambia la naturaleza de esta (se cambia de un pensamiento concreto a un pensamiento formal).
Piaget y Inhelder (1955) distinguen entre pensamiento concreto y formal, basándose en la distinción entre operaciones concretas y formales (más evolucionadas).
El pensamiento concreto corresponde al estadio de la infancia (7-11 años), cuando el niño tiene un pensamiento relacional, basado en operaciones concretas (sobre hechos concretos), sin poder diferenciar entre lo real y lo mental.
El pensamiento formal corresponde al estadio de la preadolescencia (desde los 11-12 años) y adolescencia (12-20 años), cuando se consolidan las operaciones concretas que presidieron el estadio anterior y el joven se desarrolla y abre a un nuevo tipo de pensamiento abstracto, proposicional e hipotético-deductivo, basado en operaciones formales, con nuevas capacidades, como la de diferenciar entre lo real y lo mental y construir proposiciones “contrarias al hecho”.
Estas operaciones formales tienen características estructurales (lógicas) y funcionales.
Las características funcionales son:
a) La realidad se concibe como subconjunto de lo posible.
Lo real se subordina a lo posible. Se prevén las relaciones causales entre los elementos, trascendiendo los datos reales. En la medida en que es capaz de imaginar situaciones posibles, irá encontrándose en disposición de determinar que un aspecto de la realidad puede deberse a una causalidad múltiple.
b) El carácter hipotético-deductivo.
Es un pensamiento abstracto en forma de hipótesis, acompañado por un razonamiento deductivo, con un esquema de control de variables (se verifica la proposición). Es, pues, una metodología ya científica. El alumno será capaz de transformar las abstracciones sencillas propias del periodo anterior en hipótesis, como formulación de un conjunto de explicaciones posibles, y someterlas a prueba para comprobar su confirmación empírica. Igualmente podrá aplicar un razonamiento deductivo indicando las consecuencias de determinadas acciones realizadas sobre la realidad.
c) El carácter proposicional.
Se usa una comunicación verbal compleja para entenderse con los otros, para expresar razonamientos abstractos (independientes de la realidad concreta, observable) y los resultados que se obtienen. Se piensa, pues, no sólo con objetos reales sino con representaciones proposicionales de los objetos, comunicadas con el lenguaje.
d) Se establecen esquemas operacionales formales.
Se usan esquemas formales, gracias a los cuales el adolescente relaciona su experiencia anterior con la nueva información. Asimila el conocimiento de un modo significativo (integrando los nuevos conocimientos en un esquema anterior). Alcanza una capacidad predictiva mediante estrategias de razonamiento: combinatoria, proporciones, correlaciones, etc. Es el último estadio del desarrollo intelectual, ya adulto, que permite las tareas científicas, creativas, comunicativas, de mayor nivel intelectual.
Una educación activa y participativa.
Con estas premisas, Piaget sostiene la necesidad de una educación activa y participativa (la “pedagogía nueva”), que desarrolle la vida anímica. El pedagogo sólo debe apoyar al proceso interno de desarrollo del pensamiento: ‹‹Educar es adaptar al niño al medio social adulto, es decir, transformar la constitución psicobiológica del individuo en función del conjunto de realidades colectivas a las que la conciencia común atribuye algún valor.››
La no universalidad del pensamiento formal.
El mismo Piaget (1970) introdujo modificaciones a su teoría en relación a las distintas edades en que los sujetos adquieren el pensamiento formal, pero señalando que si el individuo se enfrenta a tareas propias de su especialidad o dominio particular, entonces su pensamiento expresará su nivel operacional formal.
Debemos recordar que, en la actualidad, el tipo de pensamiento formal no se considera universal, pues no todos los sujetos acceden a él, ni uniforme u homogéneo, pues no todas las tareas formales revisten la misma dificultad, y por tanto los individuos pueden disponer de unos esquemas mentales y no disponer de otros. Esta apreciación sin duda tiene consecuencias educativas importantes, puesto que obliga a considerar de forma explícita la necesidad de una intervención educativa que, desde la preadolescencia, ayude a la adquisición de este tipo de pensamiento postformal por parte de los alumnos.
La teoría determinista de Vygotski.
Pero su teoría no es universalmente aceptada. Así, la teoría determinista de Vygotski propugna que el aprendizaje es un proceso que depende casi por completo de factores externos (sociales y culturales), por lo que el profesor tiene una importancia capital. El alumno, abandonado a sí mismo, no desarrollará todo su potencial.
EL PENSAMIENTO POSTFORMAL.
Los estudios más recientes sostienen que es posible la existencia de un pensamiento postformal (distinto del formal), que se basa en la posesión de un conocimiento relativo que acepta la contradicción como un aspecto de la realidad, en un sistema de pensamiento más abierto. Se puede razonar formalmente sobre un tema de la propia profesión o esfera de conocimientos y no sobre otros, o se puede dejar arrastrar por ideas previas o prejuicios ideológicos en ciertos temas (generalmente por su contenido) o por otra influencia del medio social o del propio individuo (diferencias individuales, educativas, sexuales...).
3. EL DESARROLLO FÍSICO.
La adolescencia se inicia con las transformaciones corporales de la pubertad, con cambios endocrinos que modifican el “carácter sexual”: primario (madurez reproductiva al desarrollarse las gónadas: testículos en el varón, ovarios en la hembra) y secundario (madurez genital y extragenital al desarrollarse el pene y el pelo en el cuerpo en los varones; los pechos en las hembras, etc.). Todo esto supone un gran cambio respecto al equilibrio adquirido anteriormente en la infancia.
Los alumnos y alumnas, desde el Primer Ciclo de ESO, se hallan en un periodo que se caracteriza en gran medida por tener que afrontar el conjunto de cambios físicos que presenta la pubertad.
En términos genéricos, las transformaciones morfológicas se inician, en los chicos, entre los 12-13 años, mientras que en las chicas este momento se ha iniciado antes, entre los 10-11 años, si bien existen importantes márgenes de variación en relación con los momentos en que estos cambios ocurren, pues los factores genéticos y ambientales juegan un importante papel en este sentido, y una alta homogeneidad en la secuencia temporal en que se suceden.
Los efectos de la maduración precoz o tardía en los alumnos pueden ser diferentes en chicos y chicas.
Los chicos suelen recibir mejor la maduración varonil precoz, puesto que los cambios que conlleva se traducen en significaciones psicológicas positivas como fuerza y superioridad física.
Las chicas, por el contrario, sienten la precocidad femenina de un modo más complejo, siendo frecuente que se trate de ocultar sus efectos. En todo caso, como existe una diferencia en los promedios de maduración a favor de las chicas, cuando estas experimentan ciertos retrasos entonces los procesos de maduración coinciden en edades similares a las de sus compañeros varones.
En ambos casos, las implicaciones de estos cambios pueden ser determinantes en el desarrollo cognitivo y socio-afectivo, sobre todo en el 1r ciclo de ESO (los adolescentes están especialmente atentos a los cambios corporales y sus intereses sexuales hacen recaer su atención sobre la imagen que proyectan) y también, lógicamente, en las posibilidades motrices.
4. EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD SEXUAL Y PERSONAL Y EL DESARROLLO AFECTIVO Y SOCIAL.
El desarrollo de la identidad sexual y personal está estrechamente ligado con el desarrollo afectivo y social. A grosso modo, aquél es un desarrollo hacia sí mismo y este es un desarrollo hacia los demás.
LA IDENTIDAD SEXUAL Y PERSONAL.
El desarrollo de la identidad sexual y personal (el descubrimiento del yo), es una característica de la adolescencia. En el nivel instintivo hay un crecimiento intenso y rápido de la sexualidad y la agresividad, acompañado de un gran aumento de la impulsividad, que explica el sentimiento de poder que acompaña a la adolescencia. Se revisa y rehace la imagen del propio cuerpo, y con frecuencia es una opinión conflictiva para la autoestima. El individuo necesita ser reconocido y aceptado por los demás, sobre todo por los que son significativos para él.
Las teorías de Freud, Erikson, Marcia, Rogers...
El desarrollo del concepto de sí mismo es un elemento central del desarrollo de la identidad personal.
Freud propone la teoría psicoanalítica que estudia el desarrollo de la identidad del papel sexual. El desarrollo de la sexualidad en etapas determina el desarrollo de la identidad.
Erikson: una teoría genética y social, en la que el desarrollo de las etapas está determinado por la genética y la relación social, y no por la sexualidad. La adolescencia (12-18 años) es una etapa esencial, marcada por una crisis psicosocial de identidad y confusión de rol. El adolescente desarrolla su identidad personal (el self) por un triple juego: se observa a sí mismo, a los demás y cómo estos le ven a él mismo.
Marcia et al., siguiendo la línea de Erikson, plantean una evolución de la identidad personal, con un estadio logrado (A) y tres estadios insuficientes.
Rogers: el concepto de sí mismo es un conjunto de juicios, valores, conceptos y representaciones acerca del propio sujeto.
Markus: aboga por el autoconocimiento.
Características de la identidad propia lograda.
De acuerdo a la suma de las tesis de Freud, Erikson, Marcia, Rogers, Markus... una identidad personal lograda implica:
- La aceptación del propio físico.
- La definición del rol sexual.
- La autonomía emocional y moral respecto a los padres.
- Las nuevas relaciones con amigos y compañeros de ambos sexos.
- La adquisición de capacidades intelectuales.
- La consecución de una conducta social responsable.
- La afirmación de un sistema de valores.
- La preferencia y preparación vocacional (profesional o de estudios).
EL DESARROLLO AFECTIVO Y SOCIAL.
La adolescencia, en el nivel afectivo y social, es el periodo de las grandes variaciones emotivas, de la lucha entre la dependencia y la independencia de cara al adulto, con la inseguridad y la introversión que estos cambios comportan. El adolescente busca su identidad en la familia y la sociedad.
Se desarrolla la identidad personal (el concepto de sí mismo y la identificación sexual), fundamentalmente con una determinación de la personalidad por la cultura, mediante la interacción social. Los adolescentes inician a los 11-12 años la reconstrucción de una nueva imagen personal, a la que conceden fundamental importancia en su proyección exterior, y que en ocasiones puede ir acompañada de inestabilidad emocional, sensibilidad extrema e inhibiciones. Las idealizaciones relacionadas con los cambios fisiológicos y psicológicos (especialmente con la capacidad de abstracción cognitiva) son rasgos muy comunes en este periodo.
Para iniciar su independencia tiene primero que luchar contra lo que le ata a su infancia, y con frecuencia dirige su agresividad contra su medio familiar. A la vez que adopta una actitud de extraño en su medio familiar, el adolescente trata de hacerse reconocer en otro medio y busca la compañía de otros adolescentes. De este proceso surgen amistades apasionadas y exclusivas. Progresivamente, de identificación en identificación, el adolescente termina por descubrirse a sí mismo.
Se debilita el papel de la familia, de la que el adolescente tiende progresivamente a emanciparse, mientras que aumentan las interacciones sociales, sobre todo con el grupo de compañeros. El grupo, con importantes influencias sobre cada sujeto, evolucionará en el tiempo, desde el grupo homogéneo con respecto al sexo hasta el grupo mixto sexual.
Las relaciones con los padres y otros adultos.
Las relaciones con los adultos frecuentemente tienen un carácter ambivalente, al iniciarse el proceso de emancipación con respecto a la familia y a los valores que representa, a la par que se necesita la imitación de modelos en un momento en que el que se tienen que afirmar y definir la propia identidad. Los momentos de mayor tensión se suelen dar, de hecho, en estos momentos de la pubertad (11-14 años), cuando se adquiere por vez primera un sentido mayor de independencia y se acrecienta la capacidad crítica frente a los padres, potenciada por el desarrollo del pensamiento formal. No obstante, la influencia de la familia suele ser determinante, sobre todo en la proyección hacia el futuro, puesto que las opciones decisivas suelen estar informadas por un criterio próximo al de los padres.
Según Dulci hay una relación de rechazo/aceptación respecto a los padres y la disciplina familiar. Los tres tipos de autoridad familiar son: autoritaria, permisiva y democrática. Generalmente, se produce un rechazo (rebeldía) ante los padres autoritarios y una aceptación de los padres permisivos y democráticos. Como escribió Oscar Wilde: “Al principio los niños quieren a sus padres; cuando son mayores los juzgan; a veces los perdonan”. Pero no hay que olvidar que los padres no pueden ser amigos de sus hijos, porque deben poner reglas y límites en su relación, lo que no hacen los amigos. Probablemente, el ideal es combinar los tres tipos de autoridad, en una escala variable de acuerdo a los ideales familiares. Por ejemplo, los horarios de ocio deben ser flexibles, pues deben ponerse unos límites consensuados, pero, en cambio, no puede haber dejación al establecer una dedicación suficiente al estudio y los trabajos del hogar o las normas de conducta de respeto y convivencia.
La búsqueda de la independencia respecto a la familia puede producir ansiedad e incluso temor y es una fuente de conflictos personales y familiares. Por ello, lo más conveniente es una relación de diálogo, apertura, autonomía, respeto, democracia, con el ejemplo armonioso de los padres, sin intentar aplazar la asunción por los jóvenes del papel de adultos.
Las relaciones de amistad y de grupo de compañeros.
Se establecen lazos más estrechos con el grupo de compañeros, como un primer paso para las relaciones sociales adultas. La integración social en el grupo de compañeros se acentúa como espacio de comunicación, apoyo, liberación y reducción de tensiones íntimas, frente al espacio lúdico que caracterizaba al grupo de iguales en la etapa anterior de Educación Primaria. Estas relaciones afectivas de amistad y camaradería son ahora intensas, pero no siempre se prolongarán en el tiempo. Los varones desarrollan la intimidad interpersonal más tarde que las chicas. La amistad y el sexo se diferencian claramente con la madurez personal. La familia se convierte en modelo para los proyectos de futuro (trabajo, estudio) mientras que el grupo es el modelo para la conducta presente, con la inserción en una verdadera cultura de la adolescencia.
Blos (1962) explica que los grupos van pasando de relaciones en un mismo sexo a heterosexuales, hasta desembocar en las relaciones de pareja, a través de una sucesión de etapas.
Dunphy (1963) clasifica las fases de asociación:
1) Reunión en grupo (pandilla) de un solo sexo.
2) Fusión de grupos en una masa (de distintos sexos).
3) Reunión en grupos heterosexuales.
4) Asociación de los grupos heterosexuales (a fin de ampliar el campo social).
5) Establecimiento de relaciones de pareja y disgregación de los grupos.
Evidentemente, esta secuencia no es universal y hay muchas excepciones, por motivos de amistad, trabajo, deporte, inmadurez psicológica...
5. EL DESARROLLO MORAL.
El desarrollo del razonamiento moral es esencial en esta etapa, a fin de lograr una integración en la sociedad.
EL PENSAMIENTO MORAL.
Para Kohlberg y Piaget hay una relación entre desarrollo racional y ético, pues este se basa en la capacidad de hacer juicios morales y de aceptar valores (desarrollo axiológico).
Según Piaget hay una evolución desde una moral heterónoma (del niño, impuesta por los padres) hasta una moral autónoma (del adolescente, aceptada libremente).
Según Kohlberg, en cambio, el juicio moral se desarrolla en tres niveles (cada uno con dos estadios):
1) Preconvencional: libre pacto social.
2) Convencional: principios éticos racionales.
3) Postconvencional: principios.
Kohlberg considera que hay siete niveles de desarrollo moral:
1) El del niño, sin sentido del bien y del mal, con acciones reguladas por necesidades y deseos, e inhibidas sólo por estímulos negativos, esto es, una relación de placer/dolor como fundamento de los juicios éticos.
2) Los adultos, que responden al verdadero o falso aceptando la autoridad del poder.
3) Los que se fijan reglar y obedecen órdenes.
4) La dictada por la mayoría.
5) La de los que crean y defienden leyes para el bien común, incluso si son ideas que él no comparte; p.e. abogados.
6) Los que superan la fijación legalista anterior y se preocupan por realidades e ideas éticas más elevadas, por encima de culturas, naciones o sociedades.
7) Los que responden únicamente a principios universales, p.e. Buda, Jesús, Gandhi...
Pero también hay personas adultas, entre el 1 y el 2% de la población, con un nivel 0, que carecen de conducta moral, que ni siquiera sentían el contraste placer/dolor para controlar la moralidad de sus actos, moralmente ciegas e indiferentes a las consecuencias de sus actos; p.e. un asesino en serie que mata por puro capricho.
Los alumnos de 1r ciclo de ESO pueden ser situados en el ingreso al nivel “postconvencional” del desarrollo moral, por el que el tratamiento educativo en este periodo de preadolescencia deberá impulsar y desarrollar este tipo de moral. De este modo, los alumnos estarán en condiciones de asumir que los colectivos mantienen una serie de valores y opiniones que en gran medida son creencias y reglas relativas a su grupo, por lo que deben ser respetadas en interés de la imparcialidad, para mantener el orden social y los derechos de los demás: la moralidad se basa en un acuerdo entre individuos. No obstante, por tratarse de un acuerdo, puede modificarse cuando las personas de una sociedad discuten racionalmente alternativas que pueden ser más ventajosas para los miembros de un grupo (moralidad de derechos individuales y leyes aceptadas democráticamente).
Más allá de la etapa de ESO, la moralidad de los principios éticos universales y de la conciencia individual hará que los alumnos se conformen a las normas sociales y a los ideales interiorizados, más para evitar la autocondena que la crítica de los demás. Las decisiones a tomar, las leyes particulares, entonces, se apoyan en principios universales de justicia, igualdad de derechos humanos, respeto por la dignidad de los seres humanos como personas individuales, compasión... La moralidad entonces se basa en el respeto y los principios se personalizan, pudiendo en ocasiones entrar en conflicto con el orden social aceptado por la mayoría.
6. LA CONFLICTIVIDAD EN LA ADOLESCENCIA.
La crisis personal.
La aparición de la adolescencia crea un estado de crisis personal que influye en la conducta del individuo. La expresión de esta situación conflictiva varía extraordinariamente según el ambiente familiar y según la actitud que la sociedad adopta cara al adolescente. Se expresa en una conflictividad interior (la introversión es un fenómeno destacado de la adolescencia y provoca numerosas depresiones) y otra exterior (con manifestación de agresividad en las relaciones familiares y sociales). Si las pulsiones o fuerzas de adolescencia no encuentran objetivos adecuados pueden exteriorizarse en forma de alteraciones patológicas (manifestaciones histéricas, signos psicóticos, trastornos digestivos), alteraciones en la conducta habitual (tristeza, aislamiento, modificaciones del humor) y degenerar en conductas extravagantes y conflictivas (violencia, robos, prostitución).
CONFLICTOS POR:
Cambios fisiológicos.
Los cambios fisiológicos (sobre todo los corporales más visibles) desorientan de tal modo al adolescente que la imagen de su cuerpo ocupa el centro de sus preocupaciones, y pequeños problemas (talla, obesidad, acné, etc.) adquieren a menudo una importancia desmesurada.
Nivel instintivo.
En el nivel instintivo el conflicto más significativo se sitúa a nivel de la sexualidad, que tiene ahora la posibilidad de la satisfacción fisiológica. A esa edad la ambivalencia es grande respecto a los deseos sexuales: la represión coexiste con la realización. El flirt, relación sentimental y erótica, aparece como un fenómeno típico de la adolescencia. La masturbación, muy a menudo culpabilizada, coexiste con relaciones heterosexuales episódicas. Puede ocurrir que el adolescente se refugie en el ascetismo, denunciando o negando la sexualidad. A la vez, la mayor agresividad (muy relacionada con la sexualidad) es un notable problema.
Nivel afectivo.
En el nivel afectivo la búsqueda de la propia identidad lleva igualmente a una agresividad contra su medio familiar y las instituciones que entiende que le limitan, y a integrarse en grupos que refuercen su identidad, ocurriendo en ocasiones que estos grupos expresen una violencia antisocial.
Nivel intelectivo.
En el nivel intelectivo los cambios psicológicos de mayor abstracción pueden expresarse en una crítica destructiva de la ideología recibida, asimilando acríticamente ideas y creencias violentas y excluyentes (fanatismo político, racismo, integrismo religioso).
Inmadurez crónica.
La situación conflictiva de la adolescencia puede alargarse y salir de los límites de la normalidad, dando lugar a inadaptaciones del individuo “adulto”, a una inmadurez crónica que impida el desarrollo armónico del individuo y que a menudo le hacen caer en la infelicidad y la marginación.
7. IMPLICACIONES EN EL PROCESO PEDAGÓGICO.
La finalidad de la educación es promover el desarrollo integral de los seres humanos. Hay distintas alternativas y enfoques respecto a las acciones pedagógicas.
LA INTERVENCIÓN EN LA ENSEÑANZA.
La finalidad fundamental de la enseñanza es promover el desarrollo de los alumnos en todos los aspectos: cognitivos, motrices, afectivos, sociales y morales.
La intervención es integral.
La intervención educativa es integral: afecta generalmente a todos los aspectos del desarrollo a la vez, aunque unas intervenciones afectan a unos aspectos más que a otros.
Los criterios que deben seguirse en la organización de la enseñanza a fin de conseguir ese desarrollo integral son:
- El conocimiento del momento evolutivo (psicológico) del grupo y de los alumnos individuales.
- El conocimiento de los factores externos (el medio social y familiar) que influyen en los alumnos.
- Procurar la gradual maduración de los alumnos, en un desarrollo equilibrado y gradual de las capacidades enunciadas en los objetivos generales.
- Programar con una complejidad creciente de los contenidos de conceptos, procedimientos y actitudes, en relación con el grado de abstracción que requiere su aprendizaje.
- El tratamiento de unas ideas fundamentales de identidad personal y sexual, de desarrollo afectivo y social, de pensamiento moral y de valores a lo largo de toda la enseñanza.
- No hay que establecer comparaciones entre los adolescentes, sino infundirles confianza en sus capacidades.
De un modo más concreto, respecto al desarrollo cognitivo se fomenta mediante la técnica de estudio autosuficiente: aprender a aprender, y mediante la programación equilibrada y progresiva de los contenidos.
Respecto al desarrollo físico es esencial contribuir a su comprensión de los cambios fisiológicos, y a la adquisición de los conocimientos necesarios para mejorar las capacidades motrices y superar las limitaciones, fomentando conductas estables y ajustadas en relación con el propio cuerpo y sus posibilidades.
Respecto al desarrollo de la identidad y el desarrollo afectivo y social es fundamental prestar atención a los problemas que se presentan frecuentemente en relación con la autoestima y el equilibrio personal y afectivo de los alumnos en este periodo, como consecuencia de los importantes cambios que se producen en su desarrollo fisiológico y psicológico. Las técnicas de estudio, permiten fomentar en el alumno un mejor concepto de sí mismo y una mayor autonomía personal en el proceso de aprendizaje, tanto dentro del aula como fuera.
LAS ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE.
De acuerdo a las teorías que vimos al principio sobre el desarrollo psicológico, hay numerosas teorías sobre estrategias de aprendizaje, pero destacaremos tres:
Proceso interno, externo y síntesis.
- Interno (teoría cognitivo-evolutiva de Piaget): el aprendizaje deriva de un proceso de desarrollo interno del individuo y la enseñanza sólo debe ayudar a este proceso.
- Externo (teoría determinista de Vygotski): el aprendizaje es un proceso que depende casi por completo de factores externos (sociales y culturales) y la enseñanza es fundamental.
- Psico-social (teorías eclécticas, como la genética-social de Erikson, o de síntesis de las dos anteriores): se une desarrollo interno y aprendizaje externo en un mismo conjunto. El adolescente se desarrolla por sí mismo, pero siempre en relación con su medio. Es la teoría más seguida.
LAS IMPLICACIONES EN CIENCIAS SOCIALES.
La enseñanza y el aprendizaje del área de ESO de Ciencias Sociales, Geografía e Historia, y de las materias de BACH en Ciencias Sociales, están directamente influidos por el desarrollo psicológico del adolescente, en todos los aspectos: cognitivo, motriz, afectivo y social. Los objetivos se subdividen para cada etapa y ciclo respecto a los conceptos, procedimientos y actitudes.
ESO.
Se plantea un nivel distinto de complejidad de contenidos para cada uno de los dos ciclos: será más elevado en el segundo ciclo, donde se introducirá la aplicación del método hipotético-deductivo. En general se fomentan las capacidades de cooperación y de debate armónico, el pensamiento abstracto con los métodos y procedimientos del pensamiento científico (análisis y síntesis), el desarrollo del lenguaje, la socialización de los alumnos.
Respecto a los conceptos: Desarrollo de la perspectiva sincrónica y diacrónica.
Respecto a los procedimientos: Tratamiento de la información. Explicación multicausal. Indagación e investigación.
Respecto a las actitudes: Rigor y curiosidad científica. Tolerancia y solidaridad. Respeto y valoración del patrimonio.
BACHILLERATO.
Se plantea a un nivel más elevado de abstracción que en ESO. En general se fomenta la cooperación y el debate armónico, el análisis y la síntesis.
Respecto a los conceptos: Suscitar reflexión sobre los métodos (sobre todo el hipotético-deductivo) aplicados por la ciencia.
Respecto a los procedimientos: Tratamiento de la información, en especial el análisis crítico de la información de los medios de masas. Explicación multicausal. Indagación e investigación.
Respecto a las actitudes: Rigor y curiosidad científica. Tolerancia y solidaridad. Respeto y valoración del patrimonio.
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